El desempleo afecta a más de 70 millones de jóvenes en todo el mundo

La Organización Mundial de Trabajo (OIT) ha realizado en 2017 un nuevo estudio sobre Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil. En sus conclusiones destaca el dato de que entre 1997 y 2017 la fuerza de trabajo juvenil, considerando joven a toda aquella persona menor de 25 años en edad de trabajar, disminuyó en 35 millones de personas. En porcentaje, en estos últimos veinte años, los jóvenes han pasado de representar el 21,7% de todo el empleo mundial a quedarse en un 15,5%.

La participación del colectivo más joven en la fuerza de trabajo se traduce en una tasa de desempleo del 13,1%. Esto quiere decir que 70,9 millones de personas menores de 25 años en todo el mundo se encuentra en situación de desempleo.

El mismo estudio aporta el dato de que en los países miembros de la OCDE (Organización y Cooperación para el Desarrollo Humano) alrededor del 18% de los jóvenes que se encuentran sin trabajo llevan más de un año buscando empleo.  Esta cifra sube hasta el 30% en el caso de los países árabes.

Cuanto mayor es el nivel de formación, más rápidamente se accede al mercado laboral. Sin embargo, el estudio también hace constar que muchos jóvenes de ambos sexos se encuentran sin empleo por razones que no tiene nada que ver con su nivel de estudios o formativo.

El informe de la OIT alerta de que hasta el año 2030, cerca de 26 millones de personas van a necesitar empleo. La mayoría provienen de África, un continente que junto a Asia y la zona del Pacífico va a concentrar más del 75% de la fuerza laboral juvenil.

Estas son regiones en las que impera el sector manufacturero dentro de su economía. Al mismo tiempo crece la demanda de puestos de alta y baja cualificación.

Para el mercado laboral la capacitación y habilidades relacionadas con disciplinas como ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas son las que van a tener de cara al futuro un mayor potencial de empleabilidad debido a la revolución tecnológica. Al mismo tiempo asistiremos a la disminución de la demanda de trabajadores de nivel medio. Los nativos digitales deberían ser capaces de adaptarse a los cambios sin dificultad.

Según la OIT la tecnología puede dividir pero también ofrecer oportunidades y ser incluyente, y puede representar un medio para ampliar la capacitación de los colectivos más desfavorecidos.