La internacionalización beneficia de forma desigual a nuestras empresas

La internacionalización fue una de las medidas que adoptaron buena parte de las empresas españolas para paliar los efectos de la crisis y la falta de demanda interna. Desde el inicio de la crisis económica, hace ya diez años, se ha producido un paulatino impulso hacia el exterior que tenido un efecto de aumento constante de las exportaciones.

Hasta agosto de 2017 se había superado el máximo histórico de exportaciones en nuestro país, alcanzando un valor de 182.000 millones de euros.

Por otro lado, las ventas españolas en el exterior registraron  un crecimiento del 9,1% en este periodo de tiempo comparado con el mismo periodo de 2016. Las exportaciones en zona euro y a economías como EEUU, China, Alemania o Francia han vivido también un incremento.

No obstante, los datos más recientes del ICEX (Instituto Español de Comercio Exterior) desvelan que el 61% de los ingresos procedentes de la exportación se reparte entre apenas 657 empresas, tan solo un 0,5% de empresas españolas internacionalizadas. Cada una de estas compañías cuenta con una facturación hacia el exterior que supera los 50 millones de euros al año.

Por otra parte, más de la mitad de empresas españolas internacionalizadas (un 54,2%) recibe de su actividad comercial exterior una facturación por debajo de los 50.000 euros. Por su parte, el 14,6% no supera los 25.000 euros anuales. Como se ve hay una desigualdad notable en el reparto de las exportaciones en las empresas españolas. Entre muy pocas se reparten la mayor parte del pastel.

Las grandes empresas españolas, aunque son pocas en el conjunto global, tienen una proyección internacional muy superior a la de las pymes. Sin embargo, a pesar del desigual reparto de los beneficios de la exportación, los emprendedores y las pymes se muestran bastante optimistas ante el efecto de dinamización de su actividad que puede tener dicha internacionalización y a las posibilidades que abre el uso de las nuevas tecnologías.

Las pymes, que son la gran mayoría de empresas españolas, también se han lanzado a ese proceso de internacionalización aunque de forma más bien tímida. Lo demuestra el estudio Future of Business, que se realiza bajo la coordinación de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el Banco Mundial y Facebook. Este estudio analiza la situación de más de 140.000 empresas de 33 países y concluye que solo el 10% de las pymes españolas encuestadas se dedica a la exportación y tan solo un 8% al comercio internacional.