Resurgen las cenas de empresa navideñas tras la crisis

Parece que, una vez superada la crisis, las empresas vuelven a tener en cuenta las tradicionales cenas de Navidad, esas reuniones que sirven o deberían servir para fomentar el compañerismo y el espíritu de equipo. Sin embargo, no todas son exactamente como eran antes.

Según los datos que han trascendido, un 60% de empresas organiza su cena la semana antes de Navidad, mientras que el resto lo hace un par de semanas antes. Respecto a los días de la semana el 36% de las empresas prefiere los viernes, el 23% los sábados y el 19% los jueves.

Desde hace ya bastantes años la apuesta de las empresas es recurrir a actividades que sirvan para evadirse de la rutina y evitar celebrar la típica cena navideña, que a veces puede llegar a resulta un poco aburrida. Es imposible contentar a todos los empleados y pueden variar según los sectores, pero en líneas generales  se buscan más las actividades participativas, que garanticen diversión y sorpresas.

Respecto a los espacios preferidos para la celebración de estas cenas cada vez se opta más por espacios poco trillados y más originales que, aparte de la cena, permitan actividades lúdicas paralelas, espectáculos, sorteos…, en muchas ocasiones espacios que disponen de tecnología.

Entre las actividades que más aceptación tienen destacan los juegos de magia o circo, también monólogos. También los juegos en grupo como gymkhanas con diferentes pruebas son muy demandados por parte de las empresas para celebrar sus cenas de Navidad. Suelen ser juegos que permitan la participación del grupo, de una u otra forma.

Según el tipo de empresa puede cambiar mucho la elección de una u otra cena de empresa y las actividades asociadas. Por ejemplo, la startups, las empresas tecnológicas o más juveniles se inclinan muchas veces por actividades que se desarrollan a través de las redes sociales o el entorno digital. Por ejemplo, concursos de fotografía a través de una app de votaciones, o utilizar un hashtag específico de la cena para subir imágenes, etc.

Sin embargo, también se observa otra tendencia: se trata de empresas en las que está terminantemente prohibido llevar el móvil a la cena de empresa. Esta es la única forma en la que los empleados no estarán todo el tiempo hablando por WhatsApp, por Facebook, subiendo fotos a Instagram o hablando por teléfono. El objetivo que se persigue es que los empleados puedan desconectar durante unas horas del exterior y fomentar las relaciones de compañerismo.