¿Acierta Samsung adelantando sus nuevos modelos?

De forma tradicional, Samsung tiene una presentación internacional en septiembre en la que presenta nuevos modelos de su gama, no los más llamativos y agresivos, pero sí suficientemente impactantes como para generar ventas millonarias.

Este año, sin embargo, la compañía ha adelantado esta presentación 3 meses, con el objetivo de adelantarse a Apple y evitar lo que sucedió el año pasado cuando la empresa con el logo de la manzana mordida consiguió en apenas 3 días vender lo mismo que tardó Samsung en meses.

Pese a este revés inicial, Samsung sigue dominando el mercado, por lo que Apple está en serios apuros para poder levantar unas cifras que cada vez están más en declive. No obstante, centrándonos en Samsung, veo bastante lógico que quiera adelantar la presentación de modelos como Samsung Galaxy S6 Edge y el Note 5.

Popularmente conocidas como phablet, por su combinación en características y prestaciones de teléfonos móviles inteligentes y tablets, estos modelos destacan por su gran tamaño y una mejora sustancial tanto respecto a versiones anteriores como en lo que se refiere a “hermanos pequeños”.

La estrategia de Samsung ha sido clara. Adelanta el lanzamiento, mantiene unos precios altos incluso para su segmento y Apple sólo puede quedarse como mero espectador. La pregunta clave es ¿qué tiene que perder? Y la respuesta es, absolutamente nada.

Si vuelve a fallar en el inicio, las ventas tardarán en producirse, por lo que mejor si comienzan unos meses antes que si lo hacen justo en paralelo con la competencia. Y si aciertan, el golpe para Apple es brutal.

La empresa norteamericana lleva dos años nefastos siendo 2015 uno de los más negros por las malas ventas del Apple Watch y por la escasa acogida a las nuevas versiones de sus modelos más conocidos.

Ahora bien, tanto Samsung como Apple se enfrentan al gran enigma del consumidor de telefonía móvil actual, que no es otro que cómo poder gastar ingentes cantidades todos los años por una “simple versión” del modelo anterior. El dinamismo del mercado ha demostrado que esta incógnita se resuelve con un consumo cada 2 años, es decir que un usuario medio no supera los 24 meses sin comprar un nuevo modelo. Sin embargo, pasados 6 años de este ritmo, el consumidor ha rebajado el ritmo hasta los 3 años, lo que dejaría las ventas de este año por los mínimos.