El dólar termina la semana cediendo frente al euro y al yen
La semana para el dólar ha terminado de la peor forma posible, con sendas caídas respecto a las divisas del euro y del yen. La debilidad mostrada durante los últimos días predestinaba cierta estabilidad sin tendencias alcistas, pero no se esperaba un descenso al nivel presentado.
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La semana entrante se presenta no exenta de dudas. En esta ocasión, la Reserva Federal de Estados Unidos tendrá que decidir finalmente el próximo jueves si sube los tipos de interés, que llevan desde 2008 estancados en una desesperante cercanía al 0% o bien retrocede en la afirmación expuesta durante los meses de julio y agosto cuando se prometió que iban a subir durante el mes de septiembre.
Respecto al resto de monedas, el euro se cambiaba con 1,1281 dólares. En la jornada anterior, un dólar costaba 0,8865 euros y ahora cuesta 0,8820 euros. La razón de este cambio es cierta estabilidad y un pronóstico de futuro a corto plazo en positivo para la divisa europea dada por zanjada la crisis griega. Si bien no se ha resuelto todavía la situación, al menos parece estar encaminada hacia el objetivo común de superar la actual situación del país.
Sobre la divisa japonesa, el dólar también ha tenido que ver cómo la semana terminaba con terreno cedido al yen de forma imparable. Se terminó pagando 120,59 yenes por dólar y demostrando que el dólar necesita recobrar cuanto antes la fortaleza de las últimas semanas si no le apetece ver cómo pierde todo lo conseguido durante este verano.
La crisis de la economía china ha afectado sobremanera al dólar, igual que también a otras divisas, pero ya estabilizada y con el yen recuperándose lentamente, la divisa norteamericana debe volver a recuperar la confianza de los inversores para frenar de inmediato su caída.