España mantendrá su crecimiento económico por encima de la zona euro en 2019
Los expertos vaticinan una nueva desaceleración económica del crecimiento económico en todo el mundo que en España, a pesar de mantener el crecimiento económico, se concretará además en una rebaja del consumo, tanto el privado como el público.
Según los pronósticos, la economía mundial crecerá en 2019 alrededor de un 3,1%, aunque todo dependerá de que se den los factores adecuados para que esto ocurra. Principalmente, los relacionados con la guerra comercial entre EEUU y China, la propia economía estadounidense, la flexibilidad del mercado laboral, la inflación…
Por su parte, las previsiones del Banco Central Europeo (BCE) para la zona euro son de un crecimiento del 1,8% para 2019. La inflación se acerca a los objetivos, con un 1,7% con unas expectativas garantizadas a largo plazo que reflejan un crecimiento que promete ser sólido en esta zona.
¿Qué pronósticos hay para la economía española? Las expectativas de crecimiento superan en varias décimas a las de la zona euro con un 2,2% en 2018. A pesar de ello, se han rebajado en 2 décimas las expectativas de hace solo unos meses, un dato que otorga cierta incertidumbre al panorama.
En el caso español asistiremos durante este año que empieza a la rebaja del consumo privado, de un 2,2% en 2018 a un 1,6% en 2019, mientras que el consumo público bajará desde el 1,9% de 2018 hasta el 1,5% de 2019. Así pues, la demanda nacional se verá rebajada también de un 2,7% de 2018 a un 2,1% de 2019.
Por su parte, los mercados de exportación más importantes para España, como pueden ser Italia y el Reino Unido, apenas registran crecimiento. Otros mercados emergentes, caso de Turquía y Argentina, están especialmente inestables a causa de las crisis financieras.
En 2019 tendremos de nuevo sobre la mesa el debate de una nueva crisis económica y cómo afrontarla. La deuda pública se hace insostenible, los tipos de interés suben, el BCE reduce la liquidez y un débil crecimiento completa el escenario.
Además, la tasa de ahorro española parece haber que ha alcanzado un mínimo, de forma que las familias tienen escasa holgura para incrementar el gasto que destinan a consumo. A pesar de la reciente subida del salario mínimo y los ajustes realizados en materia de pensiones. El ciudadano español, en general, cuenta con escasos recursos para invertir en consumo.