El 70% de los licenciados universitarios piensa que no está preparado para el mundo laboral
La idea de un divorcio entre la enseñanza universitaria y la verdadera demanda del mundo laboral no es nueva. Hace décadas que se viene hablando de este asunto para el que no parece encontrarse un ajuste efectivo.
Los estudiantes recién salidos de la universidad no se sienten capacitados para dar el salto al mundo laboral, una percepción que comparten con buena parte de los responsables de Recursos Humanos de las grandes compañías.
Según un reciente estudio de la plataforma Trivu, ecosistema de talento joven, que ha planteado una encuesta entre nativos digitales entre 18 y 24 años y ejecutivos de Recursos Humanos de grandes empresas, el 68% de los jóvenes universitarios cree que la universidad no les prepara para el mundo laboral. Hasta un 90% de los ejecutivos que han sido entrevistados coincide con esta afirmación.
Una vieja queja del mundo estudiantil es la falta de práctica que incapacita para el ejercicio de la profesión. Parece que pasan los años y no se corrige esta situación, ya que la mayoría de los jóvenes encuestados asegura que la universidad carece de un enfoque práctico que se adapte de verdad al contexto profesional. Por otro lado, echan de menos una mayor formación en habilidades interpersonales.
Los ejecutivos consideran que los jóvenes deberían ser formados con una metodología que ampliara su pensamiento crítico y su creatividad, y tener una mayor formación en habilidades como la resolución de conflictos y cómo afrontar problemas complejos.
Los ejecutivos identifican como habilidades más necesarias la flexibilidad cognitiva, la inteligencia emocional, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la creatividad…
Una de las conclusiones principales del estudio se refiere a la necesidad de que los profesionales más experimentados y los más jóvenes conecten en el ámbito laboral, dentro de un contexto en el que la evolución del empleo es cada vez más rápida, con el surgimiento de nuevos puestos, y en el que las nuevas tecnologías que nos permiten mejorar la productividad tienen un peso decisivo y avanzan a un ritmo de vértigo.
Los responsables del estudio han observado que universidades y empresas no consiguen adaptarse al ritmo deseado y es necesario encontrar soluciones que permitan aprovechar el talento y mantener e incrementar la productividad.
Por lo tanto, sería preciso actualizar el sistema educativo y formativo, impulsar las habilidades digitales dentro de las empresas y nuevos modelos de interacción entre el talento nativo digital y las empresas, para reducir la distancia que hoy en día todavía los separa.