Amazon se viene a Barcelona
Una de las empresas que más ha dado que hablar por su imparable avance en 2015 ha sido Amazon. Su “amenaza” al sistema tradicional de transporte en base a que está dispuesto a realizar entregas en menos de 2 horas en cualquier lugar del mundo y, más sorprendente todavía, piensa hacer uso de un ejército de drones para ello, puede haber sonado pretencioso o futurista, pero nadie duda de que tarde o temprano lo conseguirá.
Regresando con los pies en la tierra, ha decidido aposentarlos en la ciudad de Barcelona, donde espera implantar la sede de su centro logístico que suministrará todo el sur de Europa. El lugar escogido es El Prat de Llobregat, donde ubicará 15 hectáreas y que supondrá una operación de compra de terreno de 30 millones de euros.
No es el primer centro logístico que tiene Amazon en España. El anterior se encuentra en Madrid (concretamente en San Fernando de Henares). Pero su catálogo de casi 100 millones e productos podría haber motivado la necesidad de más suelo para operaciones de logística.
El nuevo edificio de Amazon tendrá 4 plantas, pero todavía se desconoce hasta qué punto va a suponer un aporte para los posibles empleados españoles.
Un año de mejoras ante duros rivales
El año 2016 se presenta interesante para Amazon en lo que se refiere a una pugna contra sus rivales. El Corte Inglés, por ejemplo, ha mostrado públicamente sus intenciones de superar al gigante multinacional en lo que se refiere a entrega de productos, pero de momento está más asentada la teoría que la práctica.
Mientras tanto sigue su intención de rivalizar con Netflix por la producción de series propias, entrando de esta forma en la distribución de contenidos digitales.
Pero los mayores rumores que han puesto a Amazon en el punto de mira de la competencia está en el aire, o estará si se cumple el pronóstico de que Amazon podría estrenar una flota de aviones propia.
A falta de una normativa para que sus drones estén en el cielo repartiendo paquetes, algo que no obstante continúan probando en espera a que la confianza permita algún día conseguir ese derecho de transporte, Amazon podría contar con una flota de aviones propia como compañía repartidora, con la que no tendría que luchar por los envíos y los plazos de entrega, ya que todo formaría parte de la misma compañía.