Arcelormittal, forjada tras múltiples fusiones
Arcelor era el segundo productor mundial de acero cuando en 2006 se produjo su fusión con Mittal Steel, una compañía creada y liderada por un empresario anglo-indio -Lakshmi Mittal- que hoy preside el grupo líder de la siderurgia mundial, resultado de una opa que hizo correr ríos de tinta. Considerando esa operación como punto de partida de la compañía, parece que su creación es muy reciente, pero echando la vista atrás, el productor de acero cuenta con una dilatada historia en nuestro país.
A lo largo del siglo XX, la siderurgia nacional, desarrollada sobre todo en el norte, fue evolucionando hasta congregar a algunos de sus principales actores en una empresa que más tarde sería privatizada: Aceralia. Esta se consolidó y en 2002 se produjo su fusión con el grupo luxemburgués Arbed y el francés Usinor, dando lugar a Arcelor, semilla de la compañía actual. Esta cuenta con 245.000 empleados repartidos por 60 países de todo el mundo y con una capacidad de producción de 130 millones de toneladas al año.
A pesar de que su liderazgo mundial en el sector es indiscutible, ArcelorMittal no se ha librado de los efectos de la crisis económica. La caída de la demanda de acero obligó a la empresa de Lakshmi Mittal a frenar su expansión en 2008 y a poner en marcha diversas medidas para ahorrar costes y sanear sus cuentas. En el fabricante consideran que para progresar en este difícil contexto es necesario abrirse a nuevos mercados, seguir intensificando la relación con los clientes y con la sociedad en general, algo en lo que las nuevas tecnologías juegan un papel determinante.
Y es que ArcelorMittal no solo ha aprovechado los avances científicos para fabricar mejores aceros o para optimizar sus procesos, también ha incorporado a su forma de trabajo nuevas herramientas para relacionarse con los clientes y con las comunidades en las que está presente. Un ejemplo de ello es su servicio de pedidos online o su sistema de petición de oferta electrónica de concursos para proveedores. En la empresa consideran que este instrumento proporciona una mayor transparencia y aumenta la competitividad al permitir el acceso a un mayor número de oferentes. También han querido estar presentes en otros medios como las redes sociales, que consideran un canal de comunicación directo con la población para poder recibir sus sugerencias o quejas.