No descuides la salud de tu piel durante el invierno
Si bien durante los meses de invierno solemos prestar una mayor atención a la protección de nuestra salud, sí que es cierto que solemos priorizar el desarrollo de aquellas medidas relacionadas con la reducción del riesgo de contraer enfermedades provocadas por infecciones víricas o bacterianas a nivel interno, descuidando, en cierto modo, otros aspectos igualmente importantes para nuestro bienestar.
Por eso, hoy queremos aprovechar el comienzo de la estación invernal para mostrarte, en colaboración con una entidad referente en la prestación de servicios médicos y de salud, como es Aurum Bienestar, algunos consejos que pueden ayudarte a incrementar la protección de tu piel y evitar que pueda dañarse en exceso como consecuencia del frío y las condiciones adversas propias de esta época del año.
Dale a tu salud la importancia que se merece con Aurum Bienestar
Si durante los meses invernales tu piel tiene una mayor propensión a verse afectada por los cambios de temperatura y el incremento de la humedad, desde Aurum Bienestar aconsejan que pongas en práctica los consejos y recomendaciones que te mostramos a continuación, para contribuir a favorecer su mantenimiento y cuidado:
- Hidrátate lo más posible, consumiendo entre dos y tres litros de agua al día, y realiza una dieta equilibrada y rica en verduras, hortalizas y frutas, para mantener tus niveles de vitaminas y antioxidantes.
- En espacios cerrados, trata de mantener una temperatura y humedad ambiental adecuada, acompañando el uso de sistemas de climatización con la utilización de humidificadores artificiales.
- Incrementa la aplicación diaria de productos hidratantes, tanto a nivel facial como corporal, para aportar a tu piel los nutrientes necesarios para su recuperación, y garantizar así que conserve una textura saludable de forma natural.
- En este sentido, prioriza la utilización de productos ricos en principios activos hidratantes, y que además contengan sustancias calmantes, como la niacinamida, dirigidos a reducir la irritación provocada por el frío y los cambios bruscos de temperatura.
- Presta una especial atención al cuidado de tus zonas más sensibles, como son el contorno de los ojos y las zonas próximas a tus labios, donde la piel es más fina.
- Aunque pueda parecer, a primera vista, beneficioso, será conveniente que evites realizar tus duchas y baños con una temperatura del agua excesivamente elevada, ya que puede provocar un efecto contrario al deseado, favoreciendo su irritación y el incremento de su pH.
Además de todas las recomendaciones anteriores, trata de respetar tus horas de sueño y, sobre todo, la calidad de tu descanso, ya que es fundamental para el desarrollo de los procesos regenerativos de tu organismo y, en especial, para el cuidado natural de tu piel.