España necesitaría crear 100.000 empresas para superar el efecto de la crisis
El mercado laboral español quedó menguado y maltrecho tras los efectos devastadores de la crisis económica que hemos sufrido en la última década. Los expertos, basándose en los datos oficiales, aseguran que serían necesarias 100.000 empresas más para recuperar el tejido productivo anterior a la crisis y conseguir un nivel de empleo como el que había en España hacia 2007.
Las cifras demuestran que el tejido empresarial español no ha parado de crecer desde el año 2014, pero todavía nos encontramos lejos de los niveles que conocimos antes del estallido de la llamada “burbuja inmobiliaria”, que provocó una época de recesión que maltrató a nuestra economía.
Según las estadísticas oficiales de la Seguridad Social en España hay, a fecha de febrero de 2018, 1.307.311 empresas con trabajadores. La cifra, diez años después, contrasta con la que había a finales de 2007: 1.405.938 empresas activas.
La conclusión es clara: todavía harían falta 100.000 empresas para recuperar aquellos niveles de tejido productivo.
Sin embargo, el ritmo de creación de empresas con asalariados que empezó a incrementarse en 2014 se ha ralentizado durante 2017 de una forma significativa. Si echamos un vistazo a la evolución en esos años, en 2014 el número de empresas con asalariados aumentó un 0,8% al respecto de 2013, la tasa de crecimiento subió en 2015 hasta un 2,5% para moderarse en 2016 con un 2% y caer de una forma clara en 2017, con tan solo un 1,1% de subida.
Las estadísticas acumuladas que se manejan en lo que llevamos de año tampoco anuncian una reactivación del ritmo de creación de empresas. A la velocidad a la que se mantiene ahora mismo, sin bajarlo, serían necesarios siete años para considerar la crisis como realmente superada, al menos en cuanto a la recuperación del tejido empresarial del que disponía nuestro país justo antes del estallido de la crisis.
Habría que tener también en cuenta otro dato que no es precisamente alentador: las empresas que se crean hoy en día tienen un tamaño laboral algo inferior al que presentaban en 2007. Es decir, que ahora hacen falta más empresas para conseguir el mismo empleo que antes se lograba con un menos número de ellas. O sea, que con esas 100.000 empresas se recuperaría el tejido productivo pero no representarían la cantidad de puestos de trabajo que significaban hace diez años.
Otro dato relevante es que actualmente hay en nuestro país aproximadamente 200.000 autónomos menos que antes de la crisis.