La igualdad de sexos, objetivo prioritario empresarial para 2019
La igualdad entre sexos si sitúa como uno de los objetivos clave de las empresas europeas para el año que empieza. La lucha contra la desigualdad profesional que se produce por razones de sexo es una de las cuestiones candentes en nuestra sociedad y las empresas del viejo continente parecen decididas a intentar resolver este problema.
Sin duda, las medidas que puedan tomar las empresas son consecuencia de la amplia repercusión social alcanzada por movimientos como #MeToo.
Estas son algunas de las conclusiones principales de un informe del Instituto de Auditores Internos de España, que ha sido elaborado en conjunto por los institutos de ocho países europeos y que aglutina la información facilitada por 300 directores de auditoría interna y que concluye que las altas instancias empresariales deberían tomar muy en serio el tema de la discriminación laboral en cualquiera de sus formas y la corrección de la brecha salarial que existe entre géneros.
De acuerdo con este documento la discriminación y la desigualdad profesional han adquirido una dimensión nueva a causa de la gran presión social ejercida por el movimiento #MeToo y también al destacado papel que han tenido las redes sociales en la difusión de este fenómeno y la concienciación a todos los niveles.
En el informe se recogen diferentes estadísticas, entre las que cabe destacar que el 28% de las mujeres asegura que ha sido víctima de comentarios sexuales sobre su cuerpo o su forma de vestir, mientras que el 35% reconoce haber escuchado ese tipo de comentarios refiriéndose a algunas de sus compañeras de trabajo.
El informe tiene también lugar para hablar de otro de los principales problemas con los que se enfrentarán las empresas en 2019: la ciberseguridad. Y es que para el 66% de los encuestados uno de los cinco principales riesgos con los que se las tienen que ver las empresas es la falta de seguridad informática, capaz de causar daños por importe de hasta 6 trillones de dólares en el año 2021 en todo el mundo.
Otro de los frentes abiertos para la mayoría de las empresas europeas es la adaptación al nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos, que a pesar de que ya funciona desde mayo de este mismo año, muchas de las empresas todavía no lo han implantado. De hecho, solo el 27% de los negocios que trabajan en la Unión Europea afirmaba un mes después de su implantación cumplir con la normativa.