¿Pueden todos los pequeños comercios aprovechar el Black Friday?

Según un estudio de eBay, sólo el 23% de los pequeños comercios se va a sumar al Black Friday, que se celebra el día 25 de noviembre. En el caso del Cyber Monday (a celebrar el lunes 28 de agosto) la cifra de pequeños minoristas que van a participar sube hasta el 27%.

Son unas cifras sorprendentes, unos porcentajes muy bajos si se tiene en cuenta la cantidad de millones de euros que se van a mover durante esas jornadas. ¿Por qué no participan muchos de estos comercios? La causa parece encontrarse en que la mayoría de estas pymes creen que disponer de una tienda online es una condición indispensable para participar.

Sin embargo, esto no es cierto. Dispongan de un website o no, estén introducidas en el mundo del e-commerce o no, las pymes pueden aprovecharse de la fiebre del e-commerce, especialmente en las fechas más consumistas del año, como son las fechas citadas, antesala de la campaña navideña.

Para empezar, existen herramientas de marketing digital que no suponen una inversión desorbitada y que puede aplicar cualquier pequeña empresa, incluso aunque carezca de web: por ejemplo, campañas de e-mailing, acciones en redes sociales…

Otra posibilidad muy interesante para los pequeños comercios que no disponen de página web y quieran aprovecharse del Black Friday es vender a través de un marketplace. Esta plataforma viene a ser el equivalente de un mercado o un centro comercial digital, en el que diferentes comercios de distintos sectores realizan sus ventas. Cualquier empresa puede asociarse, abrir una pequeña tienda y ofrecer sus productos. De esta forma, es el marketplace el que, a cambio de una comisión sobre la venta, se encarga de realizar el marketing online, de promocionar los productos y facilitar la transacción. Normalmente, el pequeño comercio es el que se encarga de la entrega de la mercancía.

Así, la empresa se beneficia del nombre, el prestigio, el posicionamiento  y la confianza que suele inspirar un marketplace entre los usuarios. Además, ve favorecida por una comunidad de compradores interesados en productos de su sector durante el Black Friday. Claro que a estas ventajas se pueden contraponer algunos inconvenientes: por ejemplo la competencia directa con otras marcas que trabajan en el mismo marketplace, con un precio y una calidad de producto similares.

Incluso si la empresa tiene su propia web puede combinar las ventas a través de su site con la venta de sus productos a través de una de estas plataformas. Hay expertos que recomiendan apostar por la omnicanalidad.