Uber podrá expandirse en Londres
Una vez más, Inglaterra se sitúa en contra de lo que dictamina la mayoría de Europa tanto a nivel de tráfico como de regulación legislativa. En Reino Unido se conduce por la izquierda, los coches tienen el volante en el lado derecho y, desde hace muy poco, Uber tiene legalidad total para operar en Londres.
La Justicia británica ha dictaminado que el algoritmo de la compañía norteamericana basado en un cálculo entre la duración y la distancia de un trayecto en vehículo motorizado es legal frente a la alternativa tradicional del taxi que se basa en un taxímetro regulado. Esto, en otras palabras, supone la puerta abierta a Uber como método de transporte compartido para poder realizar trayectos en Londres. Obviamente se espera que más adelante se extienda en todo el territorio británico.
Ahora el siguiente paso para la justicia londinense recae en una legislación acorde al transporte compartido, algo solicitado por los taxistas de la zona desde el primer momento en que Uber supuso una amenaza para su rentabilidad.
Esta compañía, nacida en Silicon Valley, permite solicitar a través de una aplicación del teléfono móvil un vehículo de determinadas características. El sistema localiza al vehículo más cercano que trabaja con la empresa y le facilita los datos de ubicación del cliente, mediante GPS, para acudir a recogerlo y llevarlo donde desea.
El pago se realiza de forma previa y con tarjeta de crédito, siendo un porcentaje para Uber y el resto para el chófer. Con el cálculo de distancia y tiempo, consigue ajustar precios muy por debajo de los solicitados por los taxímetros convencionales.
No obstante, en el resto de Europa la implantación del sistema ha sido mucho más complicada e incluso en ocasiones imposible. Es el caso de España y Francia, que por ley prohíben su uso con penas de cárcel y multas de hasta 300.000 euros. Y no son las únicas zonas del mundo donde ven Uber con desconfianza. Países como Colombia, Alemania, Tailandia o Corea del Sur han zanjado el asunto de forma legal lo antes posible, normalmente tras la rotunda protesta de taxistas de cada país, que en ocasiones como ha sucedido en Colombia, ha llegado a provocar agresivas persecuciones entre ambos bandos.
La defensa de Uber es su legitimidad como empresa, mientras que el principal argumento en contra de ella es el hecho de que exista una regulación del transporte cuyos pasos no ha seguido en los países donde se ha implantado.