Un informe estudia la sostenibilidad del sistema de pensiones español de cara a 2050
Un reciente informe de BBVA Research asegura que la sostenibilidad del sistema de pensiones español a 30 años vista necesitaría 10 millones más de cotizantes.
Así pues, España necesitará tener en 2050 28,5 millones de cotizantes a la Seguridad Social para poder hacer frente a las pensiones de 15 millones de jubilados que habría que pagar para esa fecha.
La tesis que defiende el informe es que el sistema de pensiones será viable y sostenible siempre que sepa adaptarse a la evolución y cambios de la economía, demografía y de la sociedad española en general.
Estas son las principales conclusiones de este informe, que además se refiere también al déficit de la Seguridad Social que en el año pasado alcanzó los 18.937 millones de euros y entre los años 2011 y 2018 acumuló 103.000 millones de euros. Un déficit que según el presente estudio asciende a 10.650 euros por cada pensionista.
Según el informe desarrollado por esta entidad existen tres alternativas para garantizar dicha sostenibilidad:
- Aumentar los impuestos y la presión fiscal, así como recortar el gasto público en otras partidas.
- Realizar reformas estructurales que llevarán a moderar la tasa de desempleo y aumentar la de actividad laboral, productividad y salarios.
- Fomentar el ahorro complementario.
Estos tres caminos podrían ser positivos. No obstante, el informe recalca que sería necesario antes implantar en nuestro país un sistema de cuentas que tenga en consideración las aportaciones realizadas durante toda la vida laboral y no solo durante los 25 últimos años. Un sistema que permitiera anticiparse blindando una pensión mínima.
Las cuentas nocionales son aquellas que tienen en cuenta todo lo aportado al fisco durante toda la vida laboral y no solo durante los últimos 25 años, como está estipulado ahora. Este tipo de cuentas reducen la tasa de aportación de los pensionistas futuros, por lo que requeiren un ajuste gradual.
Como recuerda el informe del BBVA dicho sistema ya existe en Suecia y en otros países europeos, y se articula con las siguientes características: contribución definida, reparto progresivo, e implantación gradual. En el caso sueco su implantación costó 15 años.
Según el informe de BBVA Research este sistema puede aportar transparencia para los pensionistas futuros y tendría unos efectos que potenciarían tanto la oferta y demanda laborales como las decisiones planificadas en torno a la vida laboral.